Al mediodía de ayer un viandante que caminaba por la palmesana calle Miquel Marquès curioseó en una obra y reparó, casualmente, en un indigente que llevaba muerto unas doce horas.
Inicialmente acudió a esa calle una patrulla de la Policía Local de Palma, que comprobó que el marginado no presentaba señales visibles de violencia. Según contó luego el encargado de la obra, la víctima acudía cada noche a dormir allí y nunca había protagonizado ningún incidente. El fallecido tenía unos 55 años y entre sus ropas sólo se encontró la fotocopia muy deteriorada de un DNI, que podría ser el suyo. El juzgado de guardia fue informado del óbito y un forense examinó el cuerpo.
Todo parece indicar que falleció a primera hora de la noche del sábado al domingo, por causas naturales. Sin embargo, hoy está previsto que se le efectúe la autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Palma, para aclarar qué le ocurrió. El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la investigación y los agentes examinaron ayer el escenario de la muerte y el cuerpo del indigente. También se entrevistaron con vecinos por si tenían alguna información que pudiera serles de utilidad. Dos horas después del hallazgo se ordenó el levantamiento del cadáver.