Una mujer que fue sometida a cuatro operaciones de aumento de pecho en menos de dos meses ha denunciado a los dos médicos que la operaron al considerar que realizaron una mala praxis. En total, su abogado Daniel Castro solicita dos años de prisión para cada uno de los acusados por un delito de imprudencia profesional grave y cuatro años de inhabilitación, además de una indemnización de 86.000 euros.
Todo comenzó en mayo de 2002. La joven, que trabajaba como bailarina en una discoteca, decidió operarse para progresar en su trabajo. La mujer comenzó a buscar cirujanos en Palma y conoció a los doctores Nestor R.D. y Antonio D.Ll. En una conversación, uno de ellos le convenció de que era discípulo de José Juri, un prestigioso cirujano plástico de Buenos Aires conocido por operar a artistas argentinos.
La víctima aceptó someterse a la operación, que tuvo lugar el 13 de mayo de 2002 y por la que pagó 5.000 euros. A la mujer se le colocaron dos prótesis de 275 miligramos y todo parecía normal. Sin embargo, comenzó a notar fuertes dolores en la mama izquierda, debido a que el bolsillo mamario que le habían abierto para albergar la prótesis era demasiado pequeño y ésta le «apretaba». El pecho se inflamó y subió de posición, por lo que al cabo de un mes tuvo que operarse de nuevo. Los doctores sacaron los implantes, los examinaron y se los volvieron a colocar, a pesar de que lo obligatorio en estos casos es sustituir la prótesis por otra nueva. Quince días más tarde, con una nueva inflamación, tuvo que acudir de nuevo al quirófano. En esta ocasión los doctores le extrajeron varias jeringuillas de líquido seroso producto de la inflamación y comprobaron que las prótesis estaban podridas y deformadas.
En esta ocasión le realizaron un corte por la axila y le cambiaron las prótesis, aunque la inflamación persistía y tuvo que someterse a una cuarta operación en julio de 2002. Esta vez le aumentaron los bolsillos mamarios en exceso hasta el punto de que, varios días después, la víctima cuenta que el implante le bailaba desde la clavícula hasta el tórax y tuvo que agarrarse el pecho con unos vendajes.