El gabinete de prensa del Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de la operación conjunta, con la Policía Local, que se llevó a cabo la tarde noche del pasado viernes en Manacor, y de la que se dio información en estas páginas el pasado domingo. En la nota se destaca que la operación «fue modélica en lo que respecta a la colaboración de ambas Fuerzas de Seguridad y cumplió el objetivo principal de recuperar el espacio urbano para los ciudadanos». Además del citado, los objetivos que se habían marcado eran los de recuperar vehículos sustraídos; comprobar permisos de conducir y seguros; Impedir el consumo de sustancias estupefacientes y evitar la venta en una zona donde existen cuatro centros docentes y un polideportivo, y evitar las carreras de vehículos en las calles Vía de Portugal, Salima, Ronda del Port y Avinguda del Parc. En el tiempo que duró el dispositivo se identificó a 42 personas en la vía pública y establecimientos, y se chequearon diez vehículos. La operación terminó a las nueve de la noche dando como resultado la intervención de sustancias estupefacientes para consumo propio y un arma blanca, con el levantamiento de cuatro actas por infracción de la Ley de Seguridad Ciudadana.
También, por parte de funcionarios de la comisaría del CNP de Manacor, se han llevado a cabo cinco intervenciones de droga a jóvenes que se encontraban en los alrededores de un centro educativo de la localidad. Esta operación se enmarca dentro del plan de respuesta al tráfico minorista y consumo de drogas en centros educativos y su entorno. Agentes de la citada comisaria patrullan a diario todos los centros educativos de la localidad. Además de la droga aprehendida, en concreto hachís, también se intervinieron utensilios para el consumo. Una vez efectuadas las correspondientes actas de intervención, todas ellas fueron enviadas a la Delegación del Gobierno para el análisis de las sustancias y, si procede, la posterior sanción económica para los portadores de las mismas.
Por último, también en Manacor, agentes uniformados del CNP detuvieron, el pasado día 19, a un joven como sospechoso de haber llevado a cabo un hurto. Se trata de W.R.Z., de unos 20 años de edad y de orígen sudamericano. El hurto se llevó a cabo en una tienda de telefonía móvil de la Plaça Ramon Llull, de donde se sustrajo un teléfono valorado en 550 euros, aprovechando un descuido de la encargada del establecimiento. También se ha detenido a un magrebí, M.T.A., de 38 años, por un delito de estafa.