Unos 100 policías y 600 guardias civiles forman el despliegue en Balears para evitar la venta de droga en los alrededores de los colegios, dentro del Plan Especial diseñado por el Gobierno y que se ha puesto en marcha desde hace pocos días.
De los 100 policías, 75 son agentes de uniforme y patrullan en los alrededores de los centros escolares, mientras que los otros 25 son agentes de paisano y realizan su labor «mezclados entre los padres que recogen a sus hijos», según explicó Socías. Por su parte, la Benemérita destinará a sus patrullas a las escuelas en servicios específicos, coincidiendo con el horario de recreo y fin de clases.
Siete intervenciones
En su primera semana de actuaciones, la policía levantó siete actas
por posesión de hachís o marihuana en Balears: tres en Palma, tres
en Eivissa y otra en Manacor, mientras que dentro de varios días se
darán a conocer los datos de la Guardia Civil.
Socías, que compareció ayer junto con el jefe de la Guardia Civil en Balears, Francisco García Peña, y el jefe superior de Policía en Balears, Elicio Àmez, explicó que el plan se pone en marcha «para lograr un entorno seguro y saludable en los alrededores de las escuelas».
Una de las medidas que contempla el plan será la creación de un mapa de puntos de riesgo de los lugares más conflictivos de las Islas. No obstante, Socías advirtió que no harán públicos los sitios donde se lleven a cabo las intervenciones porque se trata de información muy sensible y que necesita de una protección especial y específica». El delegado explicó que esta medida se toma «para no satanizar determinados colegios de las Islas».
El delegado también anunció que el plan será revisado cada tres meses por dos gabinetes continuos «en un plan de mejora continua». En este sentido, anunció la convocatoria de tres reuniones diferentes con padres de alumnos, patronales escolares y profesionales de enseñanza, en una medida que cuenta con el apoyo de la Conselleria d'Educació i Cultura.