GUILLEM PICÓ/EMILIO LÓPEZ
Un día después de que un vecino de Campos falleciera en Son Dureta
tras sufrir el ataque de un avestruz, el juez de guardia ha dictado
un auto en el que expresa que los hechos «presentan características
que hacen presumir la existencia de una infracción penal». De ese
modo, el expediente se remitirá a los juzgados de Manacor, donde se
iniciará una investigación para averiguar si existe responsabilidad
por parte de los dueños de la finca de avestruces de Campos donde
Antonio Puig, de 64 años, fue embestido el pasado 18 de
octubre.
Puig, que paseaba por la finca, sufrió una embestida del animal que le produjo una herida inciso contusa en la axila izquierda y múltiples contusiones en el tórax. En una primera atención en el hospital de Manacor, los doctores le suturaron la herida, descartaron fracturas y lesiones pulmonares y le recetaron antibióticos. Varios días después, y cuando los síntomas parecían haber remitido, Puig sufrió un desvanecimiento y fue trasladado de urgencia a Son Dureta. Allí se le diagnosticó un hematoma subdural agudo debido a un fuerte golpe en la cabeza, producido al caerse de espaldas durante el ataque del animal, aunque hasta entonces el hombre no había notado ningún síntoma de esta segunda lesión.
Puig fue intervenido bajo anestesia general e ingresado en la UCI del hospital, donde permaneció en situación de coma arreactivo. El 2 de noviembre se decidió su traslado a la planta de neurocirugía, a pesar de lo cual su situación siguió empeorando. Finalmente, el martes falleció.