JAVIER JIMÉNEZ/MICHELS
El primer piso, de unos 100 metros cuadrados y valorado en 1,2
millones de euros, está ubicado en el número 7 de la calle Benito
Feijoo, en los Apartamentos Sotavento.
A eso de las siete y cuarto de la mañana, cuando amanecía, unos vecinos detectaron un intenso olor a quemado y minutos después unas llamaradas reventaron las vidrieras del salón comedor, con gran estrépito. Bomberos, Policía Local y Guardia Civil evacuaron el edificio y comenzaron las tareas de extinción, que se prolongaron por espacio de 45 minutos. La casa, que es propiedad del multimillonario inglés John Lewellyn, pionero en Europa de pistas de nieve artificial, sufrió cuantiosos daños materiales. El comedor y la cocina fueron devastados por las llamas, así como una habitación. El resto de la vivienda quedó ennegrecida por el humo y las altísimas temperaturas desconcharon paredes y techos. El mobiliario, selecto y muy caro, también sufrió los efectos de las altísimas temperaturas. Los residentes en aquel edificio esperaron a que el humo acumulado en la escalera se hubiera disipado para regresar a sus casas, a eso de las ocho y media de la mañana.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y desde el principio se sospechó que el origen del siniestro era intencionado. El lujoso apartamento estaba vacío cuando empezó el fuego y los agentes, que lo inspeccionaron de forma minuciosa, no encontraron ninguna puerta o ventana forzada. Sin embargo, las llamas se declararon entre un sofá y una lámpara desconectada y junto a ellas aparecieron restos de colonia, que podría haber actuado como acelerante del incendio. Los investigadores realizaron un reportaje fotográfico y se entrevistaron con algunos vecinos, por si alguno había visto u oído algo sospechoso. El dueño del lujoso apartamento tiene otras propiedades en Mallorca y montó hace un tiempo en Birmingham la primera pista europea de nieve artificial. Lewellyn también posee campos de golf y tiene intereses inmobiliarios.