Los vecinos de un edificio de la calle La Rambla número 4, en Campos, durmieron poco ayer. Un incendio en el tercer piso obligó a desalojar a 21 vecinos, seis de ellos menores. Un hombre resultó intoxicado de carácter leve y dos horas después del siniestro los afectados pudieron regresar a sus casas, todavía con el susto en el cuerpo.
De acuerdo con los datos facilitados por el portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil de Palma, el fuego se inició sobre la una y media de la madrugada, en una habitación del tercer piso, letra B. Un niño se había dormido con una vela encendida y la llama, al parecer, pegó fuego a la cama. El menor pudo salir del cuarto, con el pelo algo chamuscado aunque ileso, y pidió ayuda. Sus padres, que estaban en otra dependencia, intentaron controlar la situación, pero el incendio se les escapó de las manos y tuvieron que abandonar precipitadamente la casa. Las cinco viviendas de ese mismo bloque fueron igualmente desalojadas. En total, quince adultos y seis menores esperaron en la calle a que finalizaran las tareas de extinción.
En el dispositivo de emergencia participaron tres parques de bomberos -Llucmajor, Felanitx y Manacor-, así como Policía Local y Guardia Civil. Una ambulancia acudió en previsión de que hubiera intoxicados, pero sólo fue necesario atender a un varón que presentaba dificultades leves para respirar. Los daños en la vivienda afectada fueron cuantiosos, sobre todo en la habitación donde se originó el siniestro y en el pasillo. Las paredes y el techo quedaron ennegrecidos, y tuvieron que abrirse ventanas y puertas para airear la casa. La escalera general, a la altura del tercer piso, también sufrió daños, con la pintura desconchada y algunos tramos oscurecidos. Las fuentes consultadas indicaron que había sido «una suerte» que el menor que dejó la vela encendida hubiera podido salir del cuarto a tiempo. Los técnicos comprobaron que la estructura del edificio no había resultado afectada.