La llegada de Uwe Carstens a Mallorca no podía ser más accidentada. El turista alemán, de 45 años, aterrizó el martes con su mujer en la isla, para pasar unos días de vacaciones, y ayer fue rescatado de un acantilado de Cala Santanyí, con una grave lesión medular.
A las 11.40 horas el centro de emergencias del 112 fue informado de un accidente en una zona de rocas junto al mar, frente al Hotel Palmaria de Cala Santanyí. La Policía Local, la Guardia Civil y dos parques de bomberos -Felanitx y Llucmajor- acudieron en auxilio del alemán, que no podía moverse. Estaba consciente y se quejaba de intentos dolores en la columna vertebral. Había caído por un acantilado de unos 20 metros, pero afortunadamente se estrelló contra un saliente y no cayó al fondo. «De los contrario -contó ayer un bombero- ya estaría muerto». Los efectivos descendieron una camilla, mientras los sanitarios del 061 inmovilizaban al herido. Con gran precaución subieron al turista, que fue evacuado hasta un centro hospitalario en estado grave. Las circunstancias en las que se produjo el accidente no está claras, si bien todo parece indicar que el turista decidió pasear sobre las rocas y tuvo un despiste fatal.