G.P./AGENCIAS
Aviones extranjeros aterrizan constantemente en el aeropuerto de
Islamabad, donde ayer unas mil toneladas de asistencia permanecían
bloqueadas por la imposibilidad de trasladarla a las zonas
afectadas por el seísmo por falta de medios. También, equipos
sanitarios españoles, franceses, malayos y turcos no podían salir
por aire hacia Cachemira porque no hay suficientes
helicópteros.
La portavoz del Ministerio paquistaní de Asuntos Exteriores, Tasnim Aslam, atribuyó ayer la dificultad de trasladar la ayuda a las zonas devastadas al mal tiempo, pero también a la falta de recursos internos para hacerlo.
Las lluvias temporales y el granizo caído desde el pasado lunes han hecho imposible que los helicópteros lleguen a los sitios más remotos de la región montañosa de Cachemira, que solamente son accesibles por ese medio.
Mientras tanto, la asistencia extranjera sigue llegando desde todo el mundo, en respuesta al llamamiento del presidente paquistaní, Pervez Musharraf, que ha calificado la catástrofe creada por el terremoto del pasado sábado como «la peor tragedia» que ha ocurrido en su país. Cuatro días después de la catástrofe, millones de damnificados siguen desesperados para recibir agua, comida y mantas y asistencia médica.
Joan Rosselló, el bombero mallorquín, miembro de Bomberos Sin Fronteras, que se ha desplazado a Pakistán, explicó ayer a Ultima Hora que «el viaje ha ido perfecto y hemos llegado bien a Pakistán», pero lamentó la «gran desorganización que hay aquí». «La ONU sólo se preocupa de traer a la gente, después sólo te dicen las zonas afectadas y te tienes que buscar la vida», destacó Joan Rosselló.
El bombero mallorquín indicó que está cooperando en la zona de Bula-Kot, en el norte de Pakistán cerca de la frontera con India, junto a otros voluntarios de China, Alemania, Pakistán y Bali. «Todo está destrozado y las carreteras están muy mal, gracias a unos indígenas pudimos llegar a Bula-Kot en furgoneta después de siete horas de viaje, hemos hecho un campamento y trabajamos de forma continua relevándonos unos a otros», agregó Rosselló.