Una década de pesadilla es el tiempo que ha tenido que pasar para que una joven vea por fin detenido al hombre que la prostituyó, golpeó, persiguió e incluso intentó matar cuando era una menor. El arrestado es Basilio F.M., de 40 años de edad, y la historia de explotación que protagonizó se inicia en 1995, año en que conoce a la menor en Palma.
En el resumen de los hechos realizado por la policía, parece demostrado que ambos comenzaron a mantener relaciones sexuales durante un tiempo prolongado y sin el conocimiento de la madre. Sin embargo, en un momento de su relación el detenido comenzó a introducirla en el mundo de la prostitución.
En esa época, tanto la menor como sus familiares recibían constantes amenazas de muerte del hombre. Bajo este sistema, el proxeneta consiguió llevarse a la menor a varias ciudades de la Península, donde la obligaba a prostituirse en diferentes clubs de alterne, llegándole a decir incluso que «era una propiedad suya».
La investigación policial ha comprobado que en varias de estas ocasiones la menor de edad fue atendida en distintos centros hospitalarios, en los que daba nombres falsos, por lesiones múltiples.
La joven consiguió al cabo de varios años desaparecer del yugo e su explotador y reiniciar su vida. No obstante, Basilio F.M. logró localizarla de nuevo, en Palma, y la sometió a una estrecha vigilancia, amenazándola y coaccionándola constantemente. Incluso, en una ocasión intentó atropellarla con un coche, aunque la mujer pudo huir a tiempo. La propia madre de la joven fue quien decidió denunciar la situación, solicitando también una orden de protección policial, debido al acoso constante que dicho individuo ejercía sobre su hija.