EFE-MADRID/NUEVA ORLEANS
El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, dijo ayer que puede haber
10.000 muertos en esta ciudad, inundada tras el paso del huracán
'Katrina' y de la cual militares y policías continúan evacuando
damnificados. El 28 de agosto, cuando «Katrina» avanzaba hacia la
costa del golfo de México con vientos de 240 kilómetros por hora,
Nagin ordenó la evacuación de los 500.000 habitantes de la ciudad y
se emitieron órdenes similares para otros 800.000 residentes en
distritos vecinos. Hasta ahora, las autoridades federales,
estatales y locales, al igual que los mandos militares que
participan en las tareas de socorro y recuperación, no han dado
cifras oficiales sobre las víctimas de la tormenta y sus
consecuencias.
El presidente Bush, que realiza una segunda visita a la zona afectada, está viéndose acorralado cada vez con más intensidad por fuertes críticas, enfocadas en la respuesta que ha dado su Gobierno a esta gran crisis y a otras de carácter racista, que hacen referencia a que la respuesta ha sido más lenta puesto que las víctimas son «negros pobres» y no «blancos ricos».
Por otra parte Gobierno, instituciones y organizaciones no gubernamentales españolas se comprometieron ayer a atender a Estados Unidos, que ha pedido a España una «larga lista» de ayuda para afrontar los efectos del huracán «Katrina», que mantiene a seis españoles desaparecidos en Nueva Orleans. Según el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Àngel Moratinos, España se comprometió a hacer «todo lo posible» para atender las necesidades norteamericanas, que se centran en comida preparada, efectos médicos y equipos para retirar el lodo.El embajador estadounidense realizó un llamamiento adicional al pueblo español para que contribuya a paliar los efectos de la catástrofe realizando donaciones a través de Cruz Roja Internacional. Esa ayuda consistiría en medicamentos de primeros auxilios, raciones de comida, tiendas de campaña, sábanas, mantas y potabilizadoras de agua. El Gobierno anunció estar en disposición de enviar un equipo de diez forenses, personal sanitario, un hospital de campaña, una planta potabilizadora y 30.000 litros de agua, entre otros medios.