Lo que debía ser un robo clásico en un bar de Porto Cristo acabó en un fracaso estrepitoso del ladrón, que se cayó a la cisterna cuando saltó la alarma. La Unidad Territorial de Costas (UTC) de la Policía Local tuvo que sacarlo del agua, muy apurado.
El robo frustrado se produjo en la noche del pasado día 20, en un establecimiento que estaba cerrado al público. Un desconocido saltó la pared trasera del local y accedió al interior. Su intención, supuestamente, era forzar alguna máquina y buscar dinero en efectivo. Antes de que pudiera registrar el recinto el estrépito de la alarma lo sobresaltó, y el intruso corrió hacia la salida. La ausencia de luz provocó que no viera el agujero de una cisterna y fue a parar al agua. Una patrulla de la Unidad Territorial de Costas llegó a los pocos minutos a esa calle y los agentes localizaron al sospechoso en remojo.
Le ayudaron a salir y entonces compareció el dueño del bar, que vive en una casa próxima y que se había despertado al escuchar la alarma. Los funcionarios se disponían a llevarse al cuartel al desconocido cuando saltó la sorpresa: el propietario no quería presentar denuncia contra el intruso. El «perdón» hizo que la policía se replanteara su detención y al final quedó libre, aunque fue identificado.