J.M.SASTRE/E.LÓPEZ VERDÚ
El delegado del Gobierno, Ramon Socías, realizó una visita nocturna
a dos de las zonas de ocio turísticas más conflictivas de Mallorca
para comprobar la efectividad del despliegue especial de fuerzas de
seguridad de la llamada «operación Verano». El recorrido comenzó a
las 23.30 horas en la zona de la Plaça dels Pins de Cala Rajada,
prosiguiendo por las calles con más bares y discotecas del núcleo
turístico, cuya actividad hasta altas horas de la noche ha
provocado las quejas de los vecinos. En este sentido, Socías
recordó que en recientes fechas se ha decretado el cierre de dos
locales que incumplían las normativas de ruido. También anunció que
no descarta medidas más drásticas en el futuro y previno al resto
de locales para que estén «alerta» y cumplan las normas.
Socías, que estuvo guiado por el alcalde Joan Ferrer y el regidor de turismo Antoni Mir, recordó que en 1983 estuvo trabajando en Cala Rajada como médico, por lo que su recorrido se convirtió en algunos momentos en una visita nostálgica por lugares conocidos. Socías expresó su temor de que Cala Rajada «se pueda convertir en un nuevo Punta Ballena» y recordó que, «para evitar el vandalismo, es indispensable la colaboración con policía local y Guardia Civil».