EIVISSA-EFE
El coordinador de Urgencias del hospital ibicenco de Can Misses,
Carlos Rodríguez, criticó ayer la «permisividad» de las
administraciones frente a la venta de droga en los locales de ocio
de la Isla, tras la muerte por supuesto consumo de éxtasis líquido
de un joven irlandés de 27 años. Rodríguez expresó su indignación
por la repercusión que ha obtenido este suceso y el anuncio de
medidas suplementarias realizado por las instituciones, ya que,
según expuso, se trata de un problema cotidiano que sufre Eivissa
«desde hace diez años», sin que las autoridades hayan adoptado las
iniciativas necesarias para acabar con un fenómeno que ha causado
varias muertes en los últimos veranos y genera un «trabajo
gigantesco» a los servicios sanitarios.
Por este motivo reclamó la actuación de las administraciones para frenar el consumo de drogas como el éxtasis, la cocaína y la heroína, que, indicó, se pueden adquirir con facilidad en las discotecas ibicencas. El coordinador de Urgencias de Can Misses declaró que el joven irlandés fallecido el lunes llegó al hospital en estado de coma y fue trasladado directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), después de ser intubado por el personal sanitario del 061 que le asistió en la discoteca del municipio de San José donde se encontraba cuando desfalleció. Rodríguez opinó que los síntomas que presentaban los siete intoxicados que acudieron al hospital el mismo día que el fallecido, quienes abandonaron la unidad de Urgencias tras permanecer en observación y recuperarse de los efectos de la droga, apuntan hacia una ingestión de una partida adulterada de Gamma Hidroxibutírico (GHB), nombre científico del éxtasis líquido, aunque precisó que no examinó personalmente a los pacientes.