EFE-LISBOA
El primer ministro en funciones y ministro de Interior de Portugal,
Antonio Costa, calificó ayer como de «extrema gravedad» la ola de
incendios que se extienden en las zonas del norte y centro del
país. Costa dijo que la «gigantesca dimensión de los fuegos
significa que estamos viviendo un periodo particularmente difícil y
pido la ayuda de todos».
El primer ministro en funciones se dirigió en particular a los empresarios para que permitan que los bomberos voluntarios se ausenten de sus trabajos, porque resulta necesario «garantizar el relevo» de personas que llevan dos o tres días consecutivos a combatir los incendios.
Según fuentes oficiales, ayer había en activo más de 20 incendios, pero las situaciones más preocupantes se registraban en las localidades de Pombal (centro) y el distrito de Leiría, situado a unos 140 kilómetros al norte de la capital lusa.
Otros fuegos que controlan a los bomberos afectan el distrito de Santarém, a unos 90 kilómetros al norte de Lisboa.
Se encuentran movilizados cerca de 3.000 bomberos para combatir las llamas, pero la autopista que une Lisboa y la ciudad de Oporto ya fue cerrada al tráfico en varias ocasiones debido a la densidad del humo o las cercanías de las llamas.