HELENA DOMÍNGUEZ-PEP MATAS
Los hechos ocurridos en «El Globo Rojo» quedaron grabados en la
cámara de vídeo de seguridad que hay instalada en el local.
En las imágenes se aprecia cómo un hombre irrumpe en la entrada y se coloca en posición de tiro, apuntando con el rifle a Chema, el portero que le había dicho que tenía que abandonar el club. El agresor estuvo unos segundos apuntando, momento en el que la víctima, tras los primeros instantes de sorpresa, intentó entrar dentro del club. Pero no lo consiguió. El agresor efectuó un sólo disparo que impactó en el bíceps del brazo izquierdo. A raíz de la fuerza del impacto la víctima se levantó un metro del suelo y cayó desplomada. Entonces el agresor se fue hacia la calle. Dos de los empleados, que todavía no habían asumido la importancia del hecho debido al factor sorpresa, salieron tras él. Pero el agresor estaba a punto de entrar en un todoterreno estacionado frente al edificio, y cuando vio a los dos empleados les apuntó con el rifle, lo que provocó que éstos regresaran al interior. Entonces Cristóbal C. se marchó directamente a la Comandancia de la Guardia Civil, en la calle Manuel Azaña, y se entregó. Allí fue recogido por un vehículo del Cuerpo Nacional de Policía, que lo trasladó directamente a los calabozos de la Jefatura Superior. Al lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Unidad Nocturna de la Policía Local, varias unidades del Cuerpo Nacional de Policía y tres ambulancias del IB-Salut. Los agentes del CNP iniciaron las primeras diligencias, que después continuaron con los policías del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica.