Una multitud de personas, la mayoría de etnia gitana, rodeó a dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía en Palma con el objeto de evitar una detención. Los hechos ocurrieron en la zona de 'Corea' y en los mismos intervinieron 'La Paca', conocida como jefa de un clan de narcotraficantes de Son Banya, y un hijo de ésta, de 18 años, del que se informó en estas páginas que una noche, y junto a otros cinco residentes del poblado, buscaron por Palma a un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía y vertieron frases amenazantes de muerte si encontraban al agente. Los últimos hechos ocurrieron sobre las once y media de la noche de la semana pasada y se iniciaron en la calle Vara de Rey. Una llamada telefónica a la central del 091 requirió la presencia policial porque se había producido una agresión. Los dos agentes que se desplazaron en un vehículo oficial se entrevistaron con la víctima, una mujer, la cual dijo que le habían producido un corte en la cara con un objeto punzante. Varias personas que estaban en el lugar, entre ellas un hijo de la víctima, dieron la descripción del agresor.
Dijeron que se trataba de un hombre moreno, con una camiseta con el número 10 serigrafiado en la espalda y con un pendiente en una oreja. Los dos policías dieron una batida por la zona y localizaron en la esquina de la calle Felipe II a un hombre que coincidía plenamente con la descripción facilitada. Cuando los policías se le acercaron para identificarle el hombre intentó marcharse de manera apresurada. Le dieron alcance y se le solicitó su documentación personal. En aquel momento, según consta en las diligencias entregadas en el juzgado, «una multitud de vecinos de la zona, mayoritariamente de etnia gitana, increparon a los dos policías, intentando evitar la identificación con gritos e insultos hacia los agentes, que en algunos momentos fueron acometidos físicamente para que soltaran al presunto autor de la agresión a la mujer». La persona más activa en la 'rebelión' resultó ser 'La Paca', que sujetó por los brazos a los policías y requirió al resto de vecinos para que evitaran la detención del sospechoso. Pero los agentes se llevaron como pudieron al hombre hacia el vehículo policial, momento en el cual un turismo monovolumen de la marca Chrysler, modelo Voyager, de color gris, realizó varios amagos de atropellar a los agentes dando fuertes acelerones con intención intimidatoria, mientras el conductor increpaba también a los dos policías. Cuando los dos agentes estaban ya muy cerca del vehículo 'Z', el conductor del monovolumen y otro hombre se apearon del mismo y sujetaron por los brazos a uno de los agentes para evitar que se llevaran al sospechoso.
Los dos agentes, ante la magnitud del problema al verse rodeados por la multitud, solicitaron el apoyo de más unidades. Mientras llegaban, los policías reconocieron a un hijo de 'La Paca' como a uno de los instigadores, resultando ser el mismo que días atrás, en compañía de otros cinco residentes en Son Banya, buscaron por Palma a un policía 'para arreglar cuentas' y el joven dijo que 'le pegaré dos tiros'. La situación era en aquellos momentos muy complicada para los dos agentes en la zona de 'Corea', puesto que según se señala en el escrito entregado al juez «entre la multitud había personas que portaban palos y barras metálicas con la que amenazaban a los agentes». Ante ello, el suboficial del Cuerpo Nacional de Policía optó por desenfundar su arma reglamentaria, como señal intimidatoria para que la multitud depusiera su actitud. Entonces llegaron al lugar varias dotaciones, dispersándose algunos de los vecinos mientras que otros continuaron con su actitud de obstaculizar la labor policial, produciéndose un forcejeo. Finalmente se introdujo al presunto autor de la agresión a la mujer en un vehículo policial y se le trasladó a las dependencias de la Jefatura Superior. Allí fue plenamente identificado y, mientras, la mujer que había formulado la denuncia y requerido a los policías, dijo ahora a los agentes que cuando fue agredida ella no vio al autor y que su hijo, menor de edad, tampoco vio la agresión, y si dio unos datos de una descripción fue porque momentos antes había visto a una persona merodear por la zona, pero que no podía asegurar que este chico fuera el agresor de su madre. Ante ello, los policías finalizaron las diligencias y tuvieron que dejar marchar al sospechoso de la agresión.