Un día después, Pedro Lladó sigue conmocionado por el accidente que sufrió el jueves cerca de Consell, donde un tren arrolló en un paso a nivel el 'minicoche' que conducía. Lladó, de 73 años, explicó a este diario que no recuerda nada de los sucedido, aunque con ayuda de su hijo ha reconstruido la secuencia de los hechos que rodearon al accidente.
El pasado jueves, Lladó decidió levantarse temprano para ir a cazar conejos a una finca cercana a la localidad de Consell, justo en el día en que se levantaba la veda. Al cabo de un par de horas emprendió el camino de regreso y tomó el Camí d'es Pont Trencat en dirección a su domicilio. Al llegar al cruce, Lladó asomó el «morro» de su vehículo a las vías, observó que no venía ningún tren desde Consell y decidió atravesar el cruce. Sin embargo, no miró hacia la izquierda, ignorando así la llegada del tren procedente de Palma. El maquinista vio al hombre pero no tuvo tiempo de frenar, por lo que el tren golpeó contra la parte delantera del minicoche, que se desplazó varios metros y quedó sobre las vías. El golpe fue muy fuerte y la máquina destrozó completamente la parte delantera del vehículo.
Lladó explicó que el cruce tiene muy mala visibilidad en ambos sentidos, ya que justo antes de la vía hay pequeños muros que impiden ver la llegada de los trenes. El punto del accidente, muy cerca de la estación de Consell, es el mismo lugar donde falleció hace 15 meses su amigo y vecino Andreu Vidal, de su misma edad. Vidal, enfermo de Alzheimer, murió arrollado por un tren cuando atravesaba las vías a pie.