Con la llegada del verano, la policía local de Calvià ha iniciado una campaña para erradicar a los vendedores de fruta que anualmente se suelen instalar en las playas del municipio.
Hace apenas un par de días, los agentes interceptaron un contenedor de basuras en el que un grupo de estos vendedores habían ocultado numerosas latas de fruta caducadas, lo que podría haber significado un gran riesgo para los potenciales consumidores. Además de este peligro, el médico de Sanidad del ayuntamiento de Calvià ha advertido que la suciedad en las frutas y en los propios cuchillos utilizados por los vendedores puede causar graves problemas de diarrea a los turistas.
La campaña para erradicar esta actividad se justifica en parte porque la policía ha detectado que entre los vendedores hay algunos «ticketeros» ilegales que venden entradas de discotecas, e incluso varios ladrones que roban efectos de los turistas aprovechando los descuidos de éstos.
La actividad policial se está viendo respaldada este año por la instalación de varias cámaras en las playas de Calvià y por el incremento en la dotación policial. En una playa como Magaluf, se calcula que diariamente se realizan hasta 50 denuncias a los vendedores. En total, cerca de 30 personas se desplazan diariamente desde Palma hasta Calvià para ejercer esta actividad, en su mayoría de etnia gitana.