La investigación de la Guardia Civil sobre el accidente laboral de Campanet, que costó la vida a un obrero de 27 años, apunta a un fallo en el sistema de anclaje del camión grúa como causa del vuelco.
El vehículo, de la empresa Pol, extendió los brazos articulados de la parte izquierda, pero no los de la derecha. Además, en ese lado la grúa cargó un andamio tubular de unos 150 kilos de peso, lo que provocó que el camión se descompensara y se inclinara hacia donde estaba trabajando Alfredo Serrano. El informe de la Benemérita será remitido al juzgado de Inca que instruye las diligencias.
El padre y algunos familiares del operario fallecido se han trasladado desde Cáceres a Palma, para formalizar los trámites de traslado del cadáver hasta Moraleja, el pueblo de la familia de Alfredo Serrano. El progenitor, destrozado, declinó hacer declaraciones sobre el accidente. Los compañeros de trabajo del obrero tampoco se pronunciaron sobre lo ocurrido en las obras de la autovía Inca-Sa Pobla. La víctima llegó hace tres meses y se alojaba en s'Arenal en un piso alquilado con otros trabajadores. Se da la circunstancia de que el joven aplastado estaba empleado en la empresa Siurell, que es la misma para la que trabajan los dos obreros que el año pasado sufrieron amputaciones de pie cuando un camión se estrelló contra un puente en obras de la carretera de Llucmajor.
El nuevo accidente laboral mortal, el quinto este año en Mallorca, ha disparado todas las alarmas y ayer desde el sindicato CCOO se pidió al ejecutivo autonómico que respete la normativa en materia de seguridad laboral, sobre todo porque dos de los siniestros fatales -el de Campanet y el de la carretera de Valldemossa- se han producido en obras públicas del Govern.