El edificio está ubicado junto al restaurante «El Molino Verde», muy cerca de Las Ramblas. A eso de las ocho y media de la mañana la entrada a la finca quedó envuelta en llamas y una densa humareda negra se coló por el hueco de la escalera, hacia los pisos superiores.
Esa es la única salida de los inquilinos que, momentáneamente, no pudieron bajar a la calle. La mayoría de los vecinos subió a la terraza, para no inhalar el humo, pero se dio la circunstancia de que uno de ellos estaba tan profundamente dormido que no se enteró de nada. Cuando despertó se encontró con bomberos y policías por todas partes, y tuvieron que contarle lo que había ocurrido. El fuego se inició en un cuadro eléctrico del portal, que quedó completamente destruido, y las altas temperaturas afectaron también a paredes y techos, que quedaron desconchados. Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y bomberos se desplazaron hasta la calle del Carmen y sofocaron el siniestro con relativa facilidad.
Algunos vecinos contaron que en la entrada de la finca pernocta un joven que carece de vivienda, y que a veces deja algunas prendas colgadas del cuadro eléctrico. Los bomberos, por su parte, opinaron que las llamas empezaron por un cortocircuito en el contador, aunque no pudieron precisar las circunstancias exactas.
El restaurante colindante estuvo varias horas sin agua y sin luz, con el consiguiente perjuicio para los productos que estaban congelados o en neveras. Todos los vecinos de la finca afectada se encontraban en perfecto estado y cuando se recobró la normalidad bajaron a la calle para comentar el incidente. Un portavoz policial informó que la calle donde se declaró el incendio es estrecha y que temían, en un principio, que las dotaciones y camiones no pudieran maniobrar con facilidad. Sin embargo, no fue así y los equipos de emergencia se desplegaron sin problemas. Horas después, los servicios de limpieza retiraron las maderas chamuscadas. Justo debajo de la ventana del primer piso era visible la huella del humo.