Alquiló un BMW de lujo para que su perro pudiera dormir por las noches en el interior. Eso lo dice todo sobre Klaus Peter, un estrafalario alemán detenido por gastar 92.000 euros desde enero en un hotel de cinco estrellas de Camp de Mar. Sólo pagó la mitad y el miércoles intentó marcharse sin abonar el resto.
El supuesto millonario llegó a Mallorca a principios de año, acompañado de Annelize, un atractiva rumana de 22 años. Entre ellos no había nada, ya que alquilaron habitaciones separadas en un hotel de cinco estrellas de Camp de Mar. Luego se sumó la hermana menor de chica, y Klaus -todo un caballero- alquiló una tercera habitación para ella. A diario comían y cenaban en restaurantes carísimos. Jugaban al golf y llevaban un tren de vida asombroso. Todo era derroche, menos a la hora de pagar.
Tras algunas semanas de incertidumbre, desde la dirección del hotel le llamaron la atención y Klaus, ofendido, pagó 45.000 euros. Alquiló un BMW porque su perro no podía dormir en su habitación y el animal, por las noches, se dedicó a comerse la tapicería de lujo de la berlina. Los daños ascienden a 8.000 euros, que tampoco abonó. El «dandy» continuó con sus excesos, y las facturas se acumularon. A Annelize le aseguró que iba a montar una empresa, y que ella sería su primera empleada. Sin embargo, no hay constancia que desde enero haya trabajado.
El miércoles, cuando todavía adeudaba 46.000 euros, intentó marcharse del hotel y la Guardia Civil de Palma fue avisada de su situación. Klaus, siempre elegante, no se resistió. La joven rumana también fue capturada, por supuesta estafa. Cuando el alemán fue interrogado aseguró que pretendía saldar las deudas, si bien un problema con una cuenta de Suiza había retrasado la operación. Al fin y al cabo, sólo eran 7.650.000 de las antiguas pesetas.