Un alijo de más de 2.000 pastillas de éxtasis intervenido y dos personas detenidas es, de momento, el balance de una operación de la Guardia Civil de Palmanova contra el tráfico de droga en aquel municipio.
Según ha podido saber este periódico de fuentes judiciales, la detención de los dos acusados -un hombre y una mujer de nacionalidad británica- se llevó a cabo el miércoles en Palmanova, después de una larga investigación policial. Los agentes habían tenido noticias de un incremento en la venta de drogas de diseño en bares y discotecas de aquel núcleo y Magaluf, por lo que pusieron en marcha un operativo para llegar hasta los sospechosos. Recientemente el círculo se fue cerrando y los funcionarios determinaron que la pareja inglesa era quién se estaba dedicando a la venta de comprimidos de éxtasis a gran escala.
El miércoles por la mañana se llevó a cabo la operación y los dos sospechosos, cuyas identidades no han sido facilitadas, no pudieron escapar. Se trata de residentes en la zona de Calvià, que cuentan con antecedentes por tráfico de droga. En su poder se hallaron más de 2.000 pastillas de la llamada «droga del amor», por lo que quedaron arrestado acusados de un delito contra la salud pública. A continuación, los investigadores de Palmanova consiguieron una orden judicial de entrada y registro en el apartamento alquilado por la pareja, y que fue registrado a fondo. Según parece, allí no se encontraron más sustancias prohibidas -al menos en cantidades significativas-, pero los funcionarios se llevaron algunos efectos y documentación, que podría estar relacionada con las actividades ilícitas que llevaban a cabo.
La Benemérita tiene 72 horas para poner a disposición judicial a los presuntos traficantes, por lo que es casi seguro que serán trasladados a los juzgados de Vía Alemania, en Palma, hoy por la mañana. La pareja ya ha sido interrogada, pero no ha trascendido si han reconocido su relación con el alijo de éxtasis. Lo que sí se sabe es que los agentes siguen llevando a cabo gestiones para esclarecer si hay más personas implicadas en la trama, tal y como parece. De hecho, los dos detenidos contactaban con pequeños «camellos» para que vendieran las pastillas en zonas de ocio nocturno.