La fiscal pide una pena de 22 años de cárcel para un hombre de 45 años acusado de maltratar a sus dos hijas y abusar sexualmente de la mayor en una ocasión, entre los años 2002 y 2004. El juicio contra el acusado, cuyas iniciales son S.V.M., se celebró ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Palma.
La fiscal considera a S.V.M. autor de dos delitos de malos tratos habituales en el ámbito familiar, un delito de agresión sexual y otro de malos tratos. Por cada uno de los dos primeros solicita tres años de cárcel, para la agresión sexual pide 15 años y 1 por el último.
Las relaciones entre el padre y sus dos hijas, que ahora tienen 18 y 19 años de edad, se empezaron a deteriorar a raíz de la muerte de la madre. Las dos chicas manifestaron durante el juicio que su padre las insultaba y agredía de forma frecuente y que ellas le tenían temor y pánico. No obstante, la pequeña afirmó que nunca creía que pudiese llegar a cometer abusos sexuales.
Según la fiscal, la agresión sexual se cometió en la noche del 31 de mayo al 1 de junio de 2004. El acusado llegó por la tarde a casa y regañó a su hija mayor porque fumaba. Acto seguido se fue al bar y consumió alcohol. Después, sobre la una de la madrugada, regresó a casa y durmió con la hija mayor. Según la fiscal, S.V.M. obligó a su hija a desnudarse, le realizó tocamientos y le introdujo un dedo en la vagina. Después intentó penetrarla pero no lo consiguió y le obligó a hacerle una felación. La víctima corroboró los hechos ante el tribunal. La hermana menor, que dormía en un sofá, manifestó en el juicio que escuchó a su hermana decir a su padre toda la noche: «No papá, por favor, no».
El acusado reconoció que había maltratado en alguna ocasión a sus hijas pero negó que hubiese abusado sexualmente de su hija mayor.