Uno de los asesinos de la joven Anabel Segura, Cándido Ortiz Añón, salió dos veces y por unas horas de la cárcel de Ocaña I (Toledo), donde permanece encarcelado desde 1997, tras serle concedidos en diciembre y enero pasados sendos permisos extraordinarios para visitar a su padre.
El primero de estos permisos extraordinarios le fue concedido el pasado 9 de diciembre por el Centro Penitenciario, que estableció que podía trasladarse a Madrid para visitar, acompañado de fuerza pública, a su padre hospitalizado en estado muy grave.
Al mes siguiente, Ortiz Añón volvió a solicitar a la prisión un nuevo permiso para poder visitar otra vez a su padre, que se encontraba ya agonizante en su domicilio madrileño. El Centro Penitenciario determinó que esta visita debía realizarla acompañado de fuerza pública, pero Ortiz, disconforme con esta resolución, la recurrió ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria. El juez estimó entonces el recurso de Ortiz y acordó que fuera acompañado por el capellán de la cárcel.