El velero «Ali-Dudu» zarpó de un puerto barcelonés el pasado domingo y tenía previsto llegar el lunes a Menorca. La embarcación tiene unos 12 metros de eslora y la travesía se complicó por el temporal, que la desvió hacia Mallorca.
Tal y como adelantó Ultima Hora, durante la noche la nave se acercó peligrosamente a la costa de Cala Sant Vicenç, con olas de más de cuatro metros de altura y fuertes corrientes, y ya de madrugada su único ocupante -un patrón catalán- no pudo controlar la situación y se estrelló contra las rocas. El barco sufrió daños en el casco, pero no quedó destruido. El capitán, por su parte, se golpeó cuando intentaba llegar a la arena, en medio de una noche cerrada y con ausencia total de luz. Los equipos de emergencia tuvieron noticias del accidente marítimo y atendieron al varón, sin sospechar que transportaba un alijo de cocaína en el «Ali-Dudu».
La Policía Local de Pollença y la Guardia Civil también fueron informados del incidente de Cala Carbó. Pero lo que delató al tripulante fue su actitud sospechosa. Tenía demasiado interés por el contenido de la embarcación y su nerviosismo fue en aumento a medida que los funcionarios se interesaban por la accidentada travesía. El presunto narcotraficante había alquilado una habitación en un hotel de Pollença y al final, cuando se registró el velero, se descubrió lo que tanto había intentado ocultar. Ayer, los investigadores continuaban con frenéticas gestiones para localizar a todos los implicados en el alijo, tanto en Mallorca como en Menorca o Barcelona.
La droga debía ser distribuida en Maó, pero lo que es seguro es que la operación no la planificó en solitario el único detenido. Se trata de un catalán que cuenta con amplios antecedentes policiales, la mayoría de ellos por tráfico de drogas. Las lesiones que sufrió al quedar varado no son de gravedad y está previsto que hoy por la mañana sea puesto a disposición judicial en los juzgados de Inca. El acusado estuvo declarando ayer en la Comandancia de Palma y luego volvió a los calabozos.