Un sargento primero de la Guardia Civil se convirtió ayer de madrugada en la víctima número 118 en accidentes de tráfico de este año en Balears. El suboficial, llamado Rufino Rodríguez Doblado, de 46 años, viajaba en un taxi que se empotró a gran velocidad contra una rotonda de las Playas de Muro. El chófer se encuentra hospitalizado en Palma en estado grave.
Rufino, que estaba destinado en el cuartel de Pollença, y Narciso Pastor González, el taxista, circulaban a la 1.10 horas de ayer por un tramo recto próximo al Hotel Playa Esperanza, a bordo de un Peugeot 406 familiar. Se trataba de un taxi con placas 0116-CDV, de reciente matriculación, y con el número 60 de Pollença. La vía, en esos momentos, estaba desierta y no hubo testigos de cómo se produjo el accidente. Lo que sí se sabe es que el taxi no frenó en seco, ya que no hay señales sobre el asfalto, y atravesó la rotonda bruscamente. Allí colisionó con un molino de piedra y con una farola, que arrancó.
Otros conductores que se encontraron con el vehículo en medio de la calzada, reducido a una amasijo de hierros, dieron aviso a los servicios de emergencia, y hasta aquel tramo se desplazaron dotaciones del 061, Ambulancias Insulares, Policía Local de Muro y bomberos de Can Picafort. La Guardia Civil también tuvo conocimiento del siniestro, pero al tratarse de una vía urbana se hizo cargo de la investigación la policía. Rufino y Narciso permanecían atrapados en los restos del taxi y los bomberos tuvieron que liberarlos con equipos hidráulicos. El sargento primero de la Guardia Civil ya había fallecido, y no se pudo hacer nada por él, mientras que el chófer presentaba lesiones graves en la zona craneal y el rostro.
Según informaron en fuentes sanitarias, atravesó con la cabeza el cristal delantero del Peugeot y perdió abundante sangre. En un primer momento fue evacuado hasta el Hospital de Muro y después, al comprobarse la gravedad de su estado, fue trasladado hasta Son Dureta. La víctima mortal estaba destinado en el cuartel de Pollença, donde la noticia del fallecimiento impactó ayer a sus compañeros. En la Comandancia de Palma también fue ampliamente comentado el infortunio de Rufino Rodríguez, que estaba casado y tenía dos hijos.