JUAN MESTRE/PEP MATAS
El Consell de Govern aprobó ayer el proyecto de ley de coordinación
de policías locales, que determinará que sean los alcaldes de
Balears los que designen a aquellos agentes que no deben ir
armados. El conseller d'Interior, José María Rodríguez, presentó
este proyecto legislativo que ha aprobado su departamento y aclaró
que el objetivo es sustituir una normativa que fue aprobada en 1988
y había quedado desfasada.
Rodríguez señaló que la nueva ley delegará en los alcaldes la designación de los policías que podrán ir desarmados. «Los alcaldes decidirán si los agentes podrán realizar determinados trabajos sin llevar armas», subrayó. Rodríguez explicó a este periódico que en la actualidad todos los policías locales están obligados a ir armados, pero precisó que los alcaldes podrán decidir si algunos servicios podrán cubrirse con agentes desarmados. La nueva ley señala que los policías locales deberán tener una titulación mínima equiparable al bachiller o similares, y regula la segunda actividad de los agentes. La principal novedad de la ley es que las policías embarazadas o con hijos lactantes podrán acogerse a la segunda actividad, es decir, no deberán patrullar y mantendrán el cien por cien de sus sueldos.
Con respecto a los nuevos vehículos y uniformidad de los agentes, la polémica sigue y, por ejemplo en Palma, donde se continúa con el mismo parque móvil, una parte importante de la plantilla se muestra reacia al cambio. En Eivissa, un estudio efectuado por psicólogos asegura que el color rojo de los vehículos «refleja cólera y agresividad», y que «los vehículos con este color son los que padecen un mayor número de accidentes». En Manacor, un perturbado ocasionó destrozos al nuevo vehículo.