La Audiencia Provincial ha impuesto cinco años y medio de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa a Sebastián Vallés, un hombre de 40 años que el pasado 11 de febrero apuñaló en el cuello a un amigo de su mujer en un ataque de celos. Según el fallo, el condenado sospechaba «infundadamente» que la mujer mantenía otra relación sentimental con la víctima.
El día de los hechos Sebastián Vallés esperó a la mujer en una cabina de teléfono. Al ver que llegaba en un coche conducido por la víctima, esgrimió una navaja, se acercó al vehículo, abrió la puerta del conductor y apuñaló al hombre en el cuello «con la intención de darle muerte», según el fallo. La puñalada le afectó a los tejidos y la hoja quedó a escasos dos milímetros de la arteria carótida.
Al sentir el pinchazo, el agredido forcejeó para detener el ataque, aunque en su defensa sufrió varios cortes más en la mano derecha. A continuación los dos salieron del coche y comenzó una pelea que se interrumpió gracias a la colaboración de los transeúntes. Según su compañera sentimental, el acusado ya había indicado un año antes su intención de matar a la víctima «rajándole el cuello».