El camión de la empresa «Transportes Urzua» volcó en la tarde del martes en un margen de la carretera de s'Albufera, a la altura de la central térmica de Es Murterar. Pero el peligro real de la situación no se calibró hasta la mañana de ayer, cuando efectivos del subsector de Tráfico de la Guardia Civil, del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) y de los Bomberos de Can Picafort diseñaron un dispositivo de emergencia por si se vertía la carga de 36 toneladas de ceniza de cemento.
El tramo donde se salió de la calzada el vehículo pesado es un conocido «punto negro» de s'Albufera. Hace un año otro camión ya volcó en aquel kilómetro, y derramó una gran cantidad de gasoil. El martes, a las 16.00 horas, el vehículo metió una de las ruedas en la cuneta, para evitar a un coche que circulaba en el otro sentido, y volcó de forma aparatosa. El chófer salió milagrosamente ileso, aunque con un susto de muerte.
Una hora después un Ford Escort repitió el accidente, a un kilómetro de ahí. Metió una rueda en la cuneta y también volcó. Ayer, los equipos de emergencia intentaron mover el camión, y cayó parte del combustible de gasoil del depósito. «Grúas Mallorca» y «Mallorquina de Elevación» envió a dos dotaciones de gran tonelaje hasta aquella carretera, mientras estaba cerrada al tráfico rodado, y se inició la operación de rescate del camión volcado. Una de las grúas, de 120 toneladas, rompió la braga y el dispositivo se demoró de nuevo.A media tarde, por fin, pudieron sacar el camión de s'Albufera. Los técnicos del Seprona permanecieron muy atentos a que no se produjera ningún desastre medioambiental y los bomberos también evaluaron la fuga de gasoil, que no era preocupante. El tráfico, durante todo el tiempo que duró la operación, se desvió por la rotonda de Los Patos a la carretera de sa Pobla. Al tratarse de una vía secundaria, no se registró ningún colapso circulatorio y a las 17.00 horas, aproximadamente, se restableció la normalidad en la zona.