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La alemana descuartizada en Palma tenía que declarar sobre el triple crimen de s'Aranjassa

Homicidios buscó en 1998 a Andrea Budach, cuyo cadáver fue arrojado al mar por su compañero ese mismo año

Andrea Budach trabajaba en un local cercano al que en 1997 era propiedad de Manfred Meisel.

GUILLEM PICÓ-PEP MATAS
En el año 1997 Andrea Budach tenía 30 años, residía en Palmanova y en 1997 trabajaba como 'bailarina' en un local situado a unos 50 metros del que era propiedad de Manfred Meisel, en la Platja de Palma. El triple crimen de s'Aranjassa ocurrió el 13 de noviembre del citado año. De las primeras investigaciones que hizo el Grupo de Homicidios, uno de los datos que tuvieron fue el de que una de las víctimas del triple crimen, Manfred, había sido agredido en la cabeza en un local de la Platja de Palma, por parte de un ex boxeador de su misma nacionalidad. Manfred sufrió un traumatismo grave y los hechos se investigaron. Como que la citada agresión se produjo, al parecer, en el local donde trabajaba Andrea Budach, pocos meses después del crimen el Grupo de Homicidios intentó localizarla. Era, más o menos, enero de 1998 pero los policías no la pudieron localizar. Supieron de su trabajo, que era una mujer 'espectacular', que residía en Palmanova, que tenía problemas con el alcohol y que convivía con un hombre de su misma nacionalidad, con el que había nacido un hijo que por aquellas fechas tenía dos años. Los policías hablaron con el padre y les dijo que Andrea le había dejado al niño y había 'desaparecido'. Los policías encontraron también una carta de Andrea, dirigida a una amiga nórdica, en la que decía que tenía la intención de marcharse a Brasil. El caso es que los inspectores del Grupo de Homicidios no pudieron hablar con Andrea aunque, en realidad, se trataba sólo de una cuestión de entablar una conversación, para ver si de la misma podían obtener algún dato interesante sobre el triple crímen de s'Aranjassa. La sorpresa surgió cuando, en mayo de este año, se supo que Andrea Budach había muerto. Su ex compañero confesó que le había dado un golpe de manera accidental y que después, para deshacerse del cadáver, lo descuartizó, lo metió en una nevera y lo tiró en la Bahía de Palma. Este es otro de los datos que forman parte de la laboriosa investigación que se ha llevado a cabo sobre el triple crimen, y de cuya primera parte se informó en la edición de ayer. De todo lo dicho hasta ahora se puede añadir que la manera cómo se produjo el triple crimen, figura en una diligencias policiales que fueron entregadas en su día a la autoridad judicial. Dichas diligencias constan de un total de 280 folios. También, es preciso aclarar que en la información de ayer se señaló que Interpol ha dictado una orden internacional de detención cuando, técnicamente, lo corresto es decir que «Interpol tiene una reclamación de la Policía española, que constituye una petición sobre elementos objetivos para localizar y detener a los sospechosos del triple crimen».

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