La motocicleta Yamaha de 125 cc de Martín Martín Cantero circulaba a eso de las siete de la mañana en dirección a la Catedral, por el Passeig Marítim. Cuando la scooter llegó a la altura del Passeig Sagrera, enfrente del Moll Vell, sobrevino el accidente.
La víctima llevaba el casco reglamentario y tras perder el control se empotró contra la mediana que separa las dos direcciones, arrancando algunos adoquines. A continuación la moto y el piloto salieron despedidos contra un coche, que no pudo hacer nada por evitarlos. El cuerpo de Martín chocó contra la luna delantera del turismo, que se hizo añicos y luego el hombre quedó tendido sobre la calzada, debatiéndose entre la vida y la muerte. Una mujer que fue testigo del accidente, y que tenía conocimientos de socorrismo, atendió en primer lugar al herido, hasta que llegó al Passeig Sagrera una dotación de la Policía Local. Eran las 7.11 horas y la señora les informó que el motorista respiraba con mucha dificultad y apenas tenía pulso.
Los policías solicitaron la presencia de una Uvi-móvil con carácter de máxima urgencia y a los dos minutos se personó una ambulancia del 061, que se encontraba en las cercanías. Los sanitarios continuaron con las labores de reanimación y le practicaron maniobras cardiopulmonares. A pocos metros de Martín se encontraban los restos de su motocicleta Yamaha YP y el tráfico en aquel carril sufrió retenciones porque algunos conductores frenaron o aminoraron la marcha bruscamente para interesarse por el accidente.
Dos testigos fueron citados en el cuartel de San Fernando para explicar los detalles de la colisión y el conductor del coche, que salió ileso, fue sometido a la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado negativo. Martín fue evacuado hasta el hospital de Son Dureta a toda prisa y al poco tiempo los facultativos comunicaron su fallecimiento, debido a los gravísimos politraumatismos que presentaba en casi todo el cuerpo. Su esposa y sus padres fueron informados del fatal desenlace.