El herido, de 31 años, y un grupo de sudamericanos salieron en la madrugada del sábado al domingo por algunos bares de s'Aigo Dolça y Gomila. Sobre las 05.10 horas un peruano se encaró con un dominicano, al parecer por un asunto relacionado con una mujer.
La pelea, que se desarrolló a la altura del número 36 de la calle Joan Miró, junto a la plaza Gomila, fue presenciada por varios testigos, y de improviso uno de los protagonistas, en concreto el caribeño, esgrimió una navaja y apuñaló al otro en un costado, muy cerca del corazón. La víctima quedó tendida sobre la acera, sangrando y en aparente estado grave. Los servicios de emergencias comenzaron a recibir llamadas telefónicas alertando de lo sucedido y una ambulancia del 061 se desplazó hasta la calle Joan Miró para atender al herido. El joven peruano se encontraba consciente y recibió las primeras curas allí mismo. Mientras los sanitarios estabilizaban sus constantes vitales, el Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la investigación y comenzó la búsqueda del sospechoso.
Los testigos facilitaron la descripción física y las características de su vestimenta, y varias dotaciones del 091 dieron batidas por Joan Miró, el Passeig Marítim, Federico García Lorca, s'Aigo Dolça y algunas calles próximas a Gomila. El sudamericano fue evacuado hasta el hospital de Son Dureta, seguido por un coche «zeta» que tenía como misión velar por el herido. Los médicos lo intervinieron de urgencia y se comprobó que, por fortuna, la cuchillada no le había afectado ningún órgano vital. Según el 061, el estado del peruano era «reservado», y fuentes del hospital informaron que había tenido mucha suerte porque la punzada le quedó cerca del corazón.