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Un joven ebrio destroza los cristales del cuartel de la policía y de Correos en Lloseta

El acusado, que fue detenido tras una persecución, se enfureció porque encontró cerrado el Ayuntamiento

Sobre estas líneas, la entrada principal del cuartel de la policía, destrozada. Al lado, los daños en Correos. Fotos: SEBASTIÀ AMENGUAL

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L.C.G., de 20 años, debía recuperar ayer el carnet de conducir que le había sido retirado. Por la mañana, a eso de las diez, se acercó al Ayuntamiento de Lloseta con ese propósito. De hecho, había recibido una notificación que le informaba de que el día 18 se tenía que personar en las dependencias municipales.

El muchacho se encontraba al parecer ebrio y se enfureció cuando descubrió que el Consistorio había cerrado sus puertas, por las fiestas del Dijous Bo en la vecina localidad de Inca. Llamó repetidamente, y como no obtuvo respuesta, se dirigió hacia la calle Antoni Maura, donde está ubicado el cuartel de la Policía Local. Y allí se repitió el episodio. Las puertas estaban cerradas y un cartel facilitaba el teléfono móvil de los agentes en caso de emergencia. En realidad, el funcionario de guardia había salido precipitadamente porque se había disparado la alarma del colegio, pero L.C.G. no lo entendió. Habló por teléfono con el policía, que le dijo que estaría en el cuartel en unos minutos. Su indignación fue en aumento y de una patada fracturó el cristal del acceso principal al cuartel. A continuación fue a la parte de atrás de aquellas instalaciones, cogió un cono de señalización de tráfico y la emprendió a golpes con otras vidrieras, que también reventó. Lo más curioso es que eran cristales de seguridad, y aún así saltaron hechos añicos. Una vecina presenció la secuencia, pero el incidente no acabó aquí. L.C.G. se dirigió entonces a las oficinas de Correos, en la calle Fray Juníper Serra, y también rompió otra luna. La Policía Local, que había sido alertada por la testigo, persiguió al sospechoso, que se dio a la fuga corriendo por las calles cercanas. Una patrulla de la Guardia Civil se sumó a la persecución y al poco tiempo fue arrestado el joven, que reside con su familia en la localidad.

El acusado pasó la noche en las dependencias policiales y está previsto que en la mañana de hoy sea trasladado a los juzgados de Inca, para ser sometido a un juicio rápido. La cuantía de los daños en el cuartel y en Correos son muy elevados y deberá abonarla.

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