Un juzgado de Palma ha condenado a siete años de prisión a un hombre por varios delitos de violencia física y maltrato habitual cometidos sobre su pareja con diversos objetos como un cuchillo, un mando a distancia, una botella de cristal de desodorante, una caña de bambú, un bastón, un destornillador o un palo de olivo.
La primera de las agresiones tuvo lugar en diciembre de 2003 en el domicilio que la pareja compartía en Palma. Con un mando a distancia, el agresor golpeó fuertemente a la mujer en la cabeza, dándole asimismo un cabezazo en el rostro.
Ya en febrero de 2004, el condenado volvió a golpear a la mujer en la muñeca con una caña de bambú que utilizaba para adiestrar a sus perros. Posteriormente, en abril, la mujer decidió cortar la relación y fue a la casa su ex pareja, que cogió un cuchillo y comenzó a pasárselo por el cuello y las piernas, donde le produjo varios cortes. La mujer consiguió huir de la casa corriendo.
Ese mismo mes la pareja mantuvo una discusión por la venta de unos perros. El hombre agarró un destornillador y se lo intentó clavar en el estómago, aunque la mujer interpuso las manos y se llevó un único corte en un dedo. Acto seguido, el agresor le propinó un rodillazo en la ingle y un cabezazo en el rostro.
La última y más brutal agresión tuvo lugar el pasado 30 de abril, cuando la mujer decidió cortar definitivamente la relación y se desplazó a la casa para buscar sus pertenencias. Muy enfadado, el hombre la golpeó por todo el cuerpo con un palo de olivo y un bote de desodorante de cristal. Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió una grave herida en el pabellón auricular izquierdo y otras dos heridas en ambas manos, además de policontusiones, cervicalgia y traumatismos en la nariz y la zona púbica. En total, tardó 30 días en curar de las lesiones.