Una gasolinera ubicada en la carretera que enlaza Lloseta con Binissalem fue víctima recientemente de un «butrón» fallido por parte de una banda de delincuente, posiblemente kosovares, que abrieron un boquete en el techo y, por causas desconocidas, huyeron en el último momento.
Fueron los empleados de la estación de servicio, que está ubicada en las proximidades de una conocida empresa de cemento, los que repararon en que había restos de yeso en el suelo. Sin saber todavía que había ocurrido, los trabajadores descubrieron que en el tejado alguien había practicado un agujero y que sólo faltaba tirar una fina capa de yeso para acceder sin problemas al recinto.
La empresa afectada se puso en contacto con la Benemérita y los agentes inspeccionaron el «butrón», en busca de huellas que pudieran delatar a los autores. De momento no se ha podido localizar a los implicados, pero el operativo sigue en marcha. La hipótesis más barajada para explicar el robo fallido es que los 'butroneros' escaparon de forma precipitada al detectar en las cercanías, de madrugada, a alguna patrulla policial.