J.M., un joven irlandés de 25 años de edad, vivió ayer una situación doblemente desgraciada tras herirse mientras intentaba acceder a un bar de Santa Ponça con la intención de robar y ser posteriormente detenido por agentes de la policía local.
Sobre las 07.00 horas de la mañana de ayer el joven accedió al patio trasero del local, situado en la Avenida Jaume I, tras saltar una alambrada. El ladrón penetró en un almacén, cogió una caja de cartón y la llenó con varias botellas del mejor whisky que iba encontrando de 10, 12 y 14 años.
A continuación comenzó a golpear la puerta y las ventanas de la parte trasera del bar, con tan mala fortuna que en uno de los golpes se hizo un profundo corte en la muñeca. Mientras tanto, unos vecinos que habían escuchado los golpes dieron aviso a la Policía Local de Calvià y varias patrullas llegaron hasta el bar. El joven, herido y asustado ante la inminente llegada de los agentes, optó por esconderse en un pequeño porche. Los policías tan sólo tuvieron que seguir el rastro de sangre para encontrarle.
Una ambulancia del PAC de Santa Ponça se desplazó hasta el bar y el joven fue atendido en el lugar. Poco después, los agentes le leyeron sus derechos y el joven fue detenido y trasladado a dependencias policiales.