Los dos obreros heridos en el hundimiento del puente de la carretera de Llucmajor evolucionan favorablemente de los traumatismos sufridos. El más grave, Julio Hernández, continúa ingresado en reanimación de Son Dureta y está estabilizado dentro de la gravedad, tras sufrir la amputación de un pie y un coágulo en la cabeza, según informaron fuentes del hospital. El otro herido, Mario Caamaño, evoluciona favorablemente después de perder un pie. Sus familiares comentaron que el herido «está mejor y con mucho humor», y que incluso «anima al resto de la familia».
Los familiares de Caamaño comentaron que los obreros están estudiando emprender medidas legales contra la empresa que les contrató, y que ya han dejado el asunto en manos de dos abogados que están analizando la posibilidad de iniciar acciones para depurar las responsabilidades civiles y penales del suceso. En este sentido, los próximos días serán fundamentales para averiguar si se produjo alguna irregularidad en las medidas de seguridad de la obra.