La Guardia Civil ha desarticulado una banda de rumanos que se dedicaba a cometer fraudes con tarjetas en cajeros de entidades bancarias de Calvià, Artà y Cala Rajada. La OPC dio ayer una extensa información del operativo.
El pasado día 16 la Policía Local de Calvià sorprendió a tres rumanos, dos de los cuales fueron detenidos y uno huyó. Los sujetos colocaban un teclado en una sucursal bancaria de Palmanova, con el que pretendían grabar las informaciones de las tarjetas bancarias de los clientes al disco duro que llevaba incorporado el teclado, para después hacer copias. La Guardia Civil de Palmanova continuó con las gestiones, y el pasado día 24 se detuvo al fugado, Catalin T., de 24 años. Fue sorprendido con Micaela T., de 33, cuando se disponían a utilizar unas 30 tarjetas ya 'dobladas' (copiadas a clientes), en cajeros de Palmanova. Para el doblaje utilizaban las tarjetas que suelen facilitar algunos centros comerciales y gasolineras para la acumulación de puntos y la posterior adquisición de regalos. Tras continuar las investigaciones, el día 26 se localizó a otros dos rumanos, Daniel T. de 38 años y Stefan N., de 28, residentes en s'Arenal, que acababan de llegar a la isla y sobre los cuales se montó un dispositivo de vigilancia. Fueron arrestados cuando pretendían huir tras haber colocado microcámaras, aparatos de emisión y recepción de datos de imágenes y frecuencias para la lectura de bandas magnéticas en cajeros, en el boulevard de Peguera. También se les intervino material electrónico, 35 tarjetas 'limpias', un ordenador portátil y gran cantidad de baterias para dejar colocadas las cámaras y demás aparatos en los cajeros. Fruto de la investigación se deduce que la banda se dividía en grupos de un máximo de tres personas que llevaban a cabo distintas actividades como conseguir las viviendas y vehículos, colocar los sistemas de grabación, copiar las tarjetas y utilizar las que estaban 'dobladas'. La Guardia Civil sospecha que la banda ha defraudado unos 70 mil euros en la Isla.