La casa donde ocurrió el accidente está ubicada en la calle Benito Pérez Galdós número 2, en Santa Ponça, y el trabajador, que es un vecino de Palma, había recibido el encargo de pintar el aljibe, que tiene unos dos metros de altura.
Los dueños de la vivienda, unos residentes británicos, y sus hijos se encontraban presentes y fueron ellos precisamente los que descubrieron que el pintor se había intoxicado de gravedad. Eran, aproximadamente, las 11.40 horas y Javier Morales, que había inhalado gases tóxicos sin darse cuenta, comenzó a sentirse indispuesto y, de repente, se desplomó. Cuando fue descubierto en ese estado ya no estaba consciente y los servicios de emergencia fueron requeridos de forma urgente, para que sacaran al hombre del interior del aljibe.
Los primeros en llegar hasta la casa de Santa Ponça fueron varias patrullas de la Policía Local de Calvià, seguidos de los bomberos, que consiguieron rescatar a trabajador. Al poco tiempo llegó una ambulancia, sin facultativo, y luego apareció otra medicalizada. Los sanitarios le tomaron el pulso, y consiguieron reanimarlo. Un portavoz de los bomberos, que estuvo presente, relató que Javier Morales apenas podía seguir las instrucciones que le daban los médicos, debido al estado de semiinconsciencia en el que se encontraba. La presencia de ambulancias, bomberos y policía alarmó a los vecinos de la calle Benito Pérez Galdós, que permanecieron atentos a lo que ocurría.
Mientras los galenos evaluaban el estado del pintor, la policía confeccionó un atestado sobre el incidente y se entrevistó con los dueños de la vivienda, a fin de recabar más información. La víctima pudo ser identificada como Javier Morales Coll, vecino de Palma, y los agentes se pusieron en contacto con su familia para explicarles que se había intoxicado e iba a ser ingresado en Son Dureta. Una ambulancia lo trasladó hasta el hospital palmesano, donde fue atendido en urgencias. A las seis de la tarde, el profesional seguía en aquella unidad. Las fuentes consultadas indicaron que en estos casos es de gran importancia que las 24 primeras horas el paciente sea sometido a una vigilancia continua, por si se presenta alguna dificultad. Con todo, precisaron que su evolución es positiva y que en breve podría recibir el alta médica. Los bomberos de Santa Ponça, por su parte, explicaron que en este tipo de accidentes el tiempo que el inconsciente pasa inhalando el gas tóxico es vital para el posterior desenlace: «Si llega a estar unos minutos más en el aljibe posiblemente no lo habría contado. Fue una suerte que hubiera gente en la casa y lo vieran, porque ese hombre ha vuelto a nacer», señalaron.