De un tiempo a esta parte, los vecinos de Porreres han visto cómo han ido desapareciendo todo tipo de elementos decorativos y recordatorios que habitualmente se dejan en el lugar donde reposan sus seres más queridos en el cementerio. Lo que en un principio se pensaba que eran pequeños hurtos puntuales y hasta cierto punto «normales», ha resultado ser una constante y motivo de la apertura de una investigación por parte de la Policía Local tras las múltiples denuncias recibidas.
Los vecinos han denunciado la desaparición de casi la totalidad de jarrones de barro que estaban junto a los nichos, recipientes de cristal, flores y macetas. Desde el Ajuntament explican que los vecinos no se quejan por el valor económico de los objetos sustraídos, sino por el sentimental y por lo que consideran que es casi una profanación del camposanto y una falta de respeto hacia los difuntos. Las gestiones realizadas por la policía a partir de diversos testimonios ya han dado sus frutos. Según explicaron ayer fuentes de la misma policía, la presunta autora de los robos que ha sido vista merodeando e incluso cogiendo los objetos, es una mujer de mediana edad, a veces actúa acompañada, conduce un Volkswagen Golf de color rojo y es vecina de un pueblo de la comarca. Los agentes han montado un dispositivo especial y las diversas averiguaciones han revelado que los robos suelen perpetrarse en viernes o sábado y nunca a la misma hora, lo que hace prácticamente imposible pillarla in fraganti.