El negocio «Derribos Delta», propiedad de Nati Comas, está ubicado en la carretera de Manacor número 268, muy cerca del hospital de Son Llàtzer. A menos de un kilómetro se encuentra el almacén, en el Camí Fondo. Y ahí es precisamente donde se han producido los robos.
El primer asalto se descubrió el pasado día 14, cuando los trabajadores del recinto y Jaime, el encargado, repararon en la puerta de entrada, que había sido forzada. Luego, en el interior, numerosos paquetes de vigas aparecieron por el suelo, desordenados, y el «toro» mecánico tenía el «puente» hecho. Los ladrones habían utilizado aquel mecanismo para cargar las maderas en una furgoneta, y se dejaron olvidada la baca y las bragas para atar la carga. En aquella ocasión se apoderaron de unas 50 piezas y la empresaria, indignada, reforzó la seguridad de la entrada y colocó un montón de maderos para que no pudieran repetir el asalto. Los hampones, sin embargo, ya se habían fijado en otras vigas de Norte y de Sepí y volvieron el pasado martes, de noche. A las once de la noche sustrajeron un camión de una cantera de s'Arenal y se dirigieron, según ha desvelado el tacógrafo, hacia el almacén de «Derribos Delta». El acceso volvieron a franquearlo con facilidad y cargaron todas las vigas que pudieron, hasta 70. Acto seguido salieron del recinto y llevaron el material hasta un local desconocido. El último paso fue deshacerse del camión, que apareció días después cerca del hospital de Son Llàtzer. «La gente que robó sabía muy bien lo que se hacía y quizá fuera un encargo. Cuando entraron la primera vez debieron ver que había material más apetitoso y ahora han vuelto a por él», opinó Jaime. Las vigas sólo estaban aseguradas contra incendios, por lo que el perjuicio económico para la familia Comas es considerable. Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía visitaron ayer «Derribos Delta» para investigar los dos robos y aunque de momento no se han practicado detenciones parece ser que tienen algunas pistas que pueden acabar por aclarar lo ocurrido.