El fiscal pide cuatro años de prisión para cada uno de los cuatro acusados de participar en el robo de un chalet en Bahía Azul en septiembre del año 2000. Entre los inculpados figura un Policía Nacional que en esas fechas prestaba servicio en Platja de Palma, y que fue implicado en el caso debido al testimonio de uno de los acusados, Miguel S. Éste aseguró en un primer momento que el policía había sido el cabecilla del grupo, integrado por él mismo y dos ciudadano marroquíes, Mohamed D. y Mohamed Y., quienes también están procesados por el robo. Sin embargo, el acusado, que ha sido durante varios años confidente de la policía, ha declarado posteriormente que la implicación del funcionario se debió a «coacciones» de la Guardia Civil. En este sentido, el fiscal preguntó al policía si tenía algún tipo de animadversión hacia la Benemérita, a lo que éste prefirió no contestar.
El robo se cometió en un chalet propiedad de un amigo íntimo del policía. Los ladrones accedieron a su interior aprovechando que su propietario estaba de viaje y abrieron una caja fuerte situada en una de las habitaciones, llevándose dinero, monedas de plata y varios lienzos. En su primera testificación ante la policía, el acusado y confidente mantuvo que el policía iba a obtener sus beneficios de la venta de los lienzos. En este sentido, el fiscal le interrogó sobre unas supuestas llamadas realizadas al policía para preguntarle cuál era el precio al que deseaba vender los cuadros. Sin embargo, en la vista de ayer el acusado optó por responder únicamente las preguntas de su letrado.