Palma vivió ayer una jornada de incendios en domicilios particulares. Los dos fuegos afectaron a pisos habitados por inmigrantes, aunque en ninguno de los dos siniestros hubo que lamentar heridos. El primero de ellos destruyó ayer por la mañana una vivienda de unos 100 metros cuadrados situada en la cale Arquitecto Gaspar Bennàzar en Palma. El fuego se inició a las 08.50 horas de la mañana en el salón por motivos desconocidos, aunque se baraja que una colilla caída sobre un sofá pudo ser la causa del fuego.
Las llamas se extendieron rápidamente por la habitación y pasaron a la cocina, creando una intensa humareda en la escalera que asustó a los vecinos del bloque y obligó al desalojo de la vivienda, ocupada por siete inmigrantes ecuatorianos. El humo, que se extendió por la escalera, provocó momentos de nerviosismo, ya que los residentes en los pisos superiores quedaron atrapados y no podían descender hasta la calle. La Policía Local indicó entonces a los vecinos que subieran hasta la azotea. Desde allí, pasaron a un edificio contiguo desde el que pudieron bajar a la calle.
Hasta el lugar se desplazó un vehículo de mando, un auto-escala y un auto-tanque de Bombers de Palma, que extinguieron las llamas sobre las 10.20 horas de la mañana. También se trasladó una UVI-móvil en previsión de que algunas personas pudieran haber resultado afectadas por el humo, aunque finalmente no hubo heridos. Sobre las 11.00 horas, los vecinos del bloque pudieron ocupar nuevamente sus domicilios.
Ya por la tarde, los Bombers de Palma se trasladaron nuevamente hasta el bloque, puesto que un vecino alertó de que en la zona había un fuerte olor a gas. El segundo incendio se produjo en una vivienda situada en la esquina de las calles Rosselló i Caçador y Àngel Guimerà. El fuego, provocado por causas desconocidas, arrasó una habitación de un segundo piso habitado por inmigrantes sudamericanos. La intensa temperatura hizo que los cristales de la habitación estallaran y cayeran a la calle, aunque no hubo heridos.