El jurado permanece reunido para determinar un veredicto en el juicio contra Manuel R.G., el hombre que mató a Sebastián Monserrat, de 76 años, el 24 de noviembre de 2002 en su domicilio de Palma. Sus integrantes deberán determinar si el acusado es responsable de un delito de asesinato, por el que la fiscal solicita una pena de 17 años de prisión, o de homicidio, por el que el abogado defensor pide una pena de 2 años y seis meses al considerar que existen suficientes atenuantes como para rebajar la condena. El letrado considera que en el ataque no hubo premeditación, sino que se produjo como consecuencia de una riña, originada por unos tocamientos de la víctima a Manuel R.G.
El cadáver del jubilado fue hallado en el suelo de su habitación sobre un gran charco de sangre, 20 días después de los hechos. El cuerpo presentaba siete puñaladas en diferentes partes del cuerpo. Según determinaron los peritos y el propio acusado, la primera de ellas se produjo en la nuca de la víctima, que cayó al suelo. Posteriormente, el agresor acuchilló al jubilado en ambos lados del cuello, abdomen e ingles. A pesar de que ninguna de las heridas tenía suficiente importancia para provocar la muerte, el jubilado falleció desangrado al no recibir asistencia médica.