Las dos nuevas víctimas de accidentes de tráfico registradas ayer en Mallorca elevan a 55 el número de fallecidos este año en las carreteras de Balears.
El sábado un grupo de turistas fue arrollado por un conductor ebrio en la carretera vieja de Sineu, con el resultado de un herido crítico y tres de pronóstico reservado. Francisco Javier Molina, de 36 años, ingresó en Son Dureta debatiéndose entre la vida y la muerte y ayer se produjo el desenlace fatal, según informaron en fuentes sanitarias. El conductor que provocó el siniestro prestó declaración por la mañana en el juzgado de guardia, ya que dio una tasa altísima en el control de alcoholemia y está acusado de un delito de conducción bajo los efectos del alcohol con resultado de muerte.
El otro accidente mortal ocurrió a las cinco menos cuarto de la tarde, en el kilómetro 21-900 de la autopista de Inca, casi a la entrada de esta ciudad. Un Renault Clío matrícula PM-4514-BL, conducido por Carmen Balaguer Catalá, de 23 años, perdió el control y se salió de la calzada por el margen izquierdo, invadiendo el otro carril por el que circulaba también un Renault Clío IB-9610-DH. Éste último automóvil estaba ocupado por una mujer de 30 años, F.M.A.B., que sufrió heridas leves. Carmen Balaguer no tuvo tanta suerte y murió, después de que su coche volcara y quedara destrozado.
Pero al margen de estos dos siniestros fatales, un joven de 25 años, sudamericano, se encontraba ayer tarde en estado crítico después de chocar su ciclomotor contra una furgoneta en la confluencia de la calle Manacor con Joan Alcover, en Palma. En la motor iba como acompañante otro joven, que fue hospitalizado con pronóstico menos grave. Por último, en la «Davallada a l'Infern» que se celebró ayer por la tarde en Búger uno de los vehículos participantes perdió el control y arrolló a una mujer de 76 años, llamada María «de Can Prom». La mujer quedó tendida en el suelo, con las dos piernas fracturadas, por lo que Ambulancias Insulares la evacuó rápidamente hasta Son Dureta, en estado muy grave.