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Los vecinos de Manacor califican de «injusta» la condena de la jueza a Pep Matas

Ensalzan la labor del periodista contra el tráfico de drogas en la ciudad

C.VENY. /G.M.
La condena del redactor jefe de Sucesos de Ultima Hora, Pep Matas, por parte de la jueza del Juzgado de Instrucción número uno de Manacor por dos faltas de lesiones y otras dos de injurias a los hermanos Onofre y Sergio Heredia Santiago, que fueron cometidas el pasado 18 de marzo de 2004 en el programa de televisión «De Tot i Molt», ha provocado todo tipo de reacciones entre los vecinos de Manacor. La reacción más repetida entre los manacorins, muy sensibilizados con el tema de las drogas en la ciudad y la labor de denuncia que ha llevado a cabo Matas durante los últimos tiempos, es que se trata de una condena totalmente «injusta», al considerar que la jueza sólo tendría que haber condenado a los hermanos Heredia y en ningún caso a Matas, que según los vecinos fue la víctima real de aquella agresión retransmitida en directo por la televisión de Manacor.

Emanacorí y propietario de una tienda de ropa, Jaume Gomila, calificó ayer de «injusticia» la condena de la jueza aplicada al jefe de Sucesos de este periódico. «Los únicos que tienen la culpa son los dos hermanos Heredia y no Pep Matas, que lo único que ha hecho es luchar por una causa que nos preocupa a todos, las drogas en nuestra ciudad». Además, Gomila reconoció que fue a la manifestación contra la droga en Manacor y «no tengo la menor duda de que volvería a ir».

Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos de s'Illot, Guillem Fabricatori, que precisamente fue uno de los que encabezó la pasada manifestación contra la droga, condenó ayer la sentencia de la jueza porque «Matas lo único que ha hecho es salir en defensa de una ciudadana, pero todo se ha sacado de contexto» y añadió, «los que se tienen que encargar de erradicar las drogas son los policías».

Toni Barceló, del bar Es Mercat, fue el más crítico con todo lo acontecido y dijo que «Matas provocó a los Heredia con su vocabulario subido de tono. No es raro que llegaran a las manos. Es una vergüenza», manifestó.

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