JAVIER JIMÉNEZ/PEP MATAS
A partir de ahora, se está a la espera de lo que decida la
autoridad judicial al respecto. El cadáver de Isabel Ferrer fue
localizado por la policía el pasado cuatro de febrero. Una semana
antes Hamid Gezzar, que era su compañero sentimental y de cuya
unión nació un niño, había huido de Mallorca, desplazándose por vía
aérea a Madrid, y desde allí a su país. El presunto asesino se puso
en contacto telefónico con familiares de Isabel Ferrer, a los que
confesó que le había dado muerte y les dio una serie de datos sobre
el lugar donde había dejado el cadáver. Durante varios días
patrullas del CNP y de la Guardia Civil llevaron a cabo la
búsqueda, hasta que el miércoles, cuatro de febrero, se encontró el
cuerpo sin vida.
A partir de ahí se decretó una orden internacional de búsqueda, que llegó a la policía marroquí. Se sabía que la familia del asesino reside en Kenitra, pero por motivos que se desconocen los policías del país magrebí no lo pudieron localizar. Con respecto a la víctima, la autopsia determinó que la mujer fue asesinada a golpes en la cabeza y de las investigaciones policiales se dedujo que el propio Hamid fue el que condujo un turismo junto a su compañera hasta la zona de Puntiró, lugar donde se cometió el crimen.
En las fechas en que se cometió el asesinato, Hamid Gezzar ya era investigado por el Grupo de Estupefacientes de la UDYCO. Los policías tenían datos de que el marroquí era el responsable de una red que se dedicaba a distribuir en la Isla importantes cantidades de 'éxtasis'. Pero tras el crimen y su huida las investigaciones sobre narcotráfico se modificaron, y se centraron sobre otros dos marroquís residentes en Palma y que eran amigos de Hamid. En la edición del pasado domingo se informó de la desarticulación de la red, con la detención de siete personas y las implicaciones directas de Hamid Gezzar.