EFE-GRANADA
Encarnación Rubio, de 26 años, se convirtió ayer en la segunda
víctima mortal de la violencia doméstica en 2004 en la provincia de
Granada al ser atropellada tres veces por su marido, Francisco
J.U., de quien se estaba separando y sobre el que pesaba una orden
de alejamiento por maltrato. Sobre las 11.00 horas, cuando
Encarnación ejercía su labor de barrendera municipal en la
urbanización «El Ventorillo» de Cúllar-Vega, el presunto parricida
la embistió con su vehículo y pasó sobre su cuerpo tres veces
consecutivas, hasta que vio que no se movía.
No le frenó la intervención de un hombre de 79 años, que se encontraba cerca e intentó auxiliarla y que resultó herido por la acción del vehículo. Aunque dos policías locales que acudieron a la zona intentaron reanimarla, la mujer falleció a causa de un traumatismo craneoencefálico y politraumatismo, y será enterrada hoy en la más estricta intimidad por deseo expreso de su familia. Poco después, Francisco J.U. se personó ante la Guardia Civil de Armilla y confesó haber atropellado «intencionadamente» a su mujer.
Según el alcalde de la localidad, Juan de Dios Moreno, Encarnación era «afable, tranquila y trabajadora» aunque «la tristeza le embargaba el rostro» desde que el pasado diciembre murió en un accidente de tráfico en Atarfe uno de sus tres hijos. La pareja era conocida en el pueblo «por sus problemas», que el Ayuntamiento intentó paliar contratando a la mujer en el servicio municipal de limpieza, dijo el alcalde.