EFE-ANKARA
El terremoto de 5'1 en la escala de Richter que azotó la provincia
oriental turca de Erzurum causó la muerte de 9 personas, incluidos
siete niños, y otras 46 resultaron heridas, además de dañar decenas
de viviendas, anunciaron ayer las autoridades. Según el gobernador
de Erzurum, Mustafa Malay, más de 51 movimientos sísmicos de menor
magnitud se registraron después del terremoto, que se produjo a las
21.30 hora local del jueves y tuvo su epicentro en la localidad de
Cat, unos 900 kilómetros al este de Ankara.
Malay afirmó que el seísmo ha causado la destrucción de numerosas viviendas y dañado otras decenas en las aldeas de Kucukgecit, Karabiyik y Ortakaya. Indicó que ocho de las víctimas murieron en Kucukgecit y una en Karabiyik, donde aseguró que continúan las labores de desescombro.
Los colegios han sido cerrados hoy en las zonas más afectadas, junto a Askale, mientras que las autoridades tuvieron que evacuar algunos edificios de la policía que han sido dañados. La población salió a la calle tras el temblor por temor al derrumbamiento de sus casas, según informaron los medios locales de Turquía, país azotado con frecuencia por los movimientos sísmicos.